La firma del acuerdo de París el 12 de diciembre de 2015 supuso un antes y un después para la economía mundial. El objetivo: la reducción de las emisiones de C02, concretamente, un 40% en la Unión Europea. Ya se están adoptando algunas políticas para conseguir avanzar en ese largo camino que se llama eficiencia energética o sostenibilidad y algunos de los medios pasan por los últimos avances tecnológicos. Es ahí donde entra en juego la tecnología
Blockchain en la lucha contra el cambio climático. Lo cierto es que la tecnología de la cadena de bloques se ganó cierta mala fama al verse relacionada con el mundo del Bitcoin y las criptomonedas (la obtención de monedas requiere de unos niveles de energía muy potentes). No obstante, la Blockchain se está separando de esta concepción inicial, yendo mucho más allá, con utilidades en muchísimos sectores, ayudando a conseguir una mayor seguridad, trazabilidad y transparencia.
Blockchain y cambio climático
Los servicios financieros, el sector asegurador o el sanitario son algunos de los más comentados a la hora de encontrar salidas a esta tecnología. Pero, ¿por qué no usar todas esas ventajas en otras áreas, en segmentos que ayuden a la sostenibilidad del planeta y al medioambiente? Ya son muchas las organizaciones y gobiernos que están echando mano de la
Blockchain para luchar contra el cambio climático, la contaminación e, incluso, la deforestación. En gran parte de los casos, el Blockchain sirve como un organismo de control. Esto es porque puede fortalecer el monitoreo y la verificación de los impactos de la acción climática. Sin ir más lejos, puede servir para llevar a cabo un registro de la contaminación, de los pesticidas utilizados, de incentivos para la gestión de los residuos o para realizar un seguimiento de los recursos naturales de cada región. (Lee también:
Blockchain para el reciclaje de envases y residuos). Adicionalmente, la cadena de bloques ayudaría a generar confianza y reducir intermediarios en procesos relacionados con el cuidado ambiental. Estos pueden ser: la fumigación de cultivos, el destino de desechos contaminantes, el procesamiento de la basura, el reciclaje de diversos materiales, etc. Y no sólo eso. Conocer la calidad del aire de ciertos países o zonas, mejorar la contabilidad de los gases Efecto Invernadero y determinar si los Gobiernos están cumpliendo sus compromisos en materia de reducción de emisiones son algunas de las potencialidades que tiene el
Blockchain contra el cambio climático. También te puede interesar:
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Un mundo más sostenible con trazabilidad
La tecnología Blockchain puede ayudar a otros sectores que, de forma indirecta, también ofrecen ventajas a la hora de cuidar el medioambiente. Y aquí entran, por supuesto, todas las aplicaciones ligadas a potenciar un comercio, consumo y producción sostenible. En este sentido, puede realizar una importante labor en el
sector agrícola, informando sobre si determinados productos están siendo cultivados de forma sostenible y si las empresas están cumpliendo con los compromisos ambientales. Es decir, la cadena de bloques es una forma de verificación, haciendo la información totalmente transparente. Por ejemplo, acceder a la información sobre el origen de determinados productos suele ser una práctica complicada en algunos países en los que los registros se llevan a mano. Tal es el caso del café, el cacao o frutas como el coco. Del mismo modo, el Blockchain puede usarse para verificar que los productos tienen sus correspondientes sellos ambientales. Esa trazabilidad aplicada al sector agrícola puede llevarse a otros subsegmentos. Como es el caso del sector ganadero. De igual forma se puede conocer la procedencia de cada animal y cada producto y se puede comprobar incluso, si ha contribuido o no a la deforestación de ciertos terrenos. Por ejemplo, las principales causas de deforestación en países como Colombia son la ganadería extensiva, los cultivos ilícitos, la minería ilegal y las infraestructuras.
En definitiva:
La Blockchain es un gran aliado del medioambiente, ya no sólo para la transparencia y el control sobre determinadas prácticas, sino que se hace fundamental en campos como las energías renovables o limpias, el transporte inteligente o la creación de smart cities. Es decir, no sólo hablamos de medioambiente, sino también de sostenibilidad y, por tanto, de economía ¿Alguien da más?
Cuéntanos sobre tu proyecto. Te ayudamos a integrar Blockchain para ser más sostenible.